viernes, 12 de abril de 2013

2.3.7 TRASPLANTE AL SUSTRATO

Las plántulas recién enraizadas son sensibles a los cambios ambientales y esto va a depender del éxito o el fracaso. En esta etapa las plantas sufrirán cambios de diferente tipo que permitirán la adaptación de las mismas a vivir en condiciones naturales.
En el momento en que se extraen los explantes enraizados de los frascos, están poco adaptados a crecer en un invernáculo, ya que estos explantes han enraizado y crecido en ambientes con una humedad relativa muy elevada y generalmente tienen estomas (estructuras responsables de regular la transpiración y pérdida de agua en la planta) que no son completamente funcionales frente a descensos de la humedad relativa, y por lo tanto demasiado lentos para evitar la desecación del explante.
Crecer en ambientes tan húmedos también suele implicar la falta de una cutícula con cera bien desarrollada, que representa la barrera física para evitar la pérdida de agua a lo largo de toda la superficie de la planta.
De acuerdo a los apuntes realizados en clase, cabe mencionar que el trasplante de una plántula in vitro a campo debe ser mediante aclimatación, mediante el cual este proceso dura regularmente entre 4 y 8 semanas consistiendo en el endurecimiento y sobre todo en la adaptación de la plántula al campo, lo cual debe ser paulatinamente y secuencialmente. 
Los pasos son los siguientes:

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