lunes, 6 de mayo de 2013

Formas de descongelación en la técnica de crioconservación


La crioconservación es el proceso en el cual células o tejidos son congelados a muy bajas temperaturas, generalmente entre -80 ºC y -196 ºC que es el punto de ebullición del nitrógeno líquido para disminuir las funciones vitales de una célula o un organismo y poderlo mantener en condiciones de vida suspendida por mucho tiempo. 


La preservación de material biológico a temperaturas criogénicas consigue detener completamente las reacciones biológicas, lo que permite el almacenamiento indefinido del citado material.
Gracias a la criobiología, los procesos de crioconservación pueden controlarse de forma que el daño que sufran las células sea mínimo y, por tanto, la recuperación sea máxima.
La congelación incontrolada de células puede producir la formación de hielo intracelular o daños osmóticos, pero existen diversas formas para intentar evitar estos daños. La más eficiente es la congelación controlada mediante congeladores programables alimentados por nitrógeno líquido.



Hay una gran variedad de materiales biológicos que se crioconservan para ser utilizados posteriormente.
* Médula ósea
* Tendones
* Córneas
* Linfocitos
* Paratiroides
* Hematíes
* Hepatocitos
* Plaquetas
* Piel
* Embriones
* Válvulas cardíacas
* Ovocitos
* Arterias y venas
* Tejido ovárico
* Semen
* Tráquea
* Huesos
* Uretra
* Cartílagos
* Placenta
* Condrocitos

Todos estos materiales tienen en común que son células individuales o tejidos en los que la administración de crioprotectores y el cambio de temperatura de todo el material puede hacerse de manera homogénea. Este no es el caso de órganos o miembros completos, porque la variedad de tejidos y tipos celulares que integran los mismos impide la utilización de la congelación idónea para todos los tipos a la vez.

Para hacer posible dicha técnica, existen diversas formas para realizarlo, es a través de 6 pasos o etapas que se deben seguir al pie de la letra:


1. Los embriones seleccionados deben perder agua progresivamente. Además, también deben contactar con sustancias crioprotectoras. Protegen estabilizando la membrana. Además, también bajan el punto de congelación del embrión.


2. Enfriar el embrión asegurándote que el medio extracelular congela de forma segura la inducción de cristalización extracelular añadiendo 
cristales de hielo a –5/-7ºC.

3.Enfriar el embrión de forma lenta y progresiva a –0’2ºC / minuto a –0’5 ºC / minuto con aparatos caros hasta –40 ºC. Puede durar hasta 3 horas. Tienen una capacidad limitada.



4. Se almacena a –196 ºC en N2 líquido de forma indefinida. La temperatura de la fase líquida es económica para tener bajas temperaturas porque es una forma fácil de 
tenerla.


5. Se debe descongelar cuando se quiere usar. La tasa de descongelación depende mucho de la temperatura a la que se parado el enfriamiento. Si se para a –80 ºC, la descongelación debe ser lenta para que pueda recuperar su volumen de forma lenta y progresiva. Si se para a –40ºC, se sabe que hay muy pocos cristales pequeños intracelulares que no matan el embrión y se debe aplicar una descongelación rápida para que crezca por nucleación y evitar que puedan crecer los cristales dentro del embrión.





6.Se debe eliminar el crioprotector dentro del embrión. Hoy día se están descubriendo procedimientos que rompen con el enfriamiento lento y progresivo. El método convencional es de equilibrio. Los métodos de no equilibrio o vitrificación exponen los embriones a unas concentraciones de solutos tan altas que cuando se disminuye la temperatura, la viscosidad es tan grande que no cuenta, sino que vitrifica hasta que queda sólido sin cristalizar a las moléculas quedan paradas sin cristalizar.





Bibliografia:

http://canal-h.net/webs/sgonzalez002/Manipulacion/CRIOCONSERVACION.htm
 http://www.inframedica.com/pacientes/crioconservacion.htm 



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